Bueno, yo no tengo una foto para
subir de mi mamá en el feis, no la llevé a una marisquería a comer, tampoco le
compré flores o unos zapatos nuevos, ni le hablé por teléfono.
Fue a las 0 horas del 10 de mayo
que me agarró como una tristeza, unas ganas de poder abrazarla y una
frustración de no poder, y entre lágrimas de dolor y alegría la recordé como
todos los días y agradecí todo lo que ella me compartió y todo lo que queda de
ella en mí. Recordé fragmentos de un montón de momentos de su vida y de la mía
a su lado, pensé que la vida no es fácil y que a veces no le encuentro sentido
sin ella, pero su fuerza me motiva. Así me vinieron a la memoria sus pláticas
de cuando ella era una niña y en la secundaria reprobó química, sus relatos
sobre los grupos con los que se reunía y los ríos de Tamazunchale, de cuando se
fue al norte y anduvo sola viendo los rostros de los Yaquis, sacando comida de
la basura en Arizona, y siguió caminando, siempre pensando en su madre y en
cómo ayudarla, pensando en los demás como cosa primordial.
Digo que tuve su apoyo absoluto
en las decisiones que tomé para agarrar mi camino (incluyendo la antropología),
“En el radio escuché de la carrera de antropología, deberías ponerte a
investigar” ponía toda su esperanza en mi y deseaba para mí lo mejor, algo que
no le falló y ahora agradezco su bendición es: “Ojalá que encuentres un buen
hombre en la vida”
Tengo ganas de luchar todos los
días porque ella así me dio el ejemplo, y el ejemplo es lo que más se le queda
presente a uno.
Cuando una situación se pone
difícil (o no se puede), pues recuerdo que ella siempre pudo con todo. Y así
quiero andar sus pasos, y ver a los Yaquis y los ríos de Tamazunchale.
De ella me gusta todo: Su
carácter (que a un montón de gente le incomodaba) “Es que tu mamá es muy
enojona” Yo digo: No era enojona, era chingona y odiaba la injusticia y los
malos tratos; su belleza (su nariz en especial), sus manos; su inteligencia, luego
había unos, que pensando que el conocimiento se adquiere en la escuela, me
preguntaban “¿Qué estudió tu mamá? es una persona muy inteligente” ¡Chales!
Pues estudió en la vida ¿Dónde más?; sus pies, su espíritu aventurero: “Indio
llévame a los elotes y te doy para la gasolina” “Me di un porrazo en las peñas
por colgarme de un bejuco”; Su honestidad y madurez ante todo “Ya tienes el
huevo duro cabrón”; su solidaridad con todo el que necesitara, su habilidad
para conversar, escuchar y hacer amigos, su alegría, siempre organizando algún
cotorreo colectivo, una posada o un “paseo”; su chingo de amor.
A ella la amo, le dedico y le comparto todas las cosas de la
vida.